COMPOSICIÓN DE LA DIETA DEL CABALLO (FORRAJES)
04/04/2024
Los forrajes pastados y/o conservados, naturales o cultivados, e incluso algunos subproductos de plantas cultivadas y pajas de cereales, representan una parte esencial de la alimentación del caballo. La ingestibilidad (la cantidad que el animal puede consumir espontáneamente) y la digestibilidad (la proporción de forraje que desaparece en su tubo digestivo) de los forrajes disponibles para los caballos influyen en la cantidad de energía que obtienen de ellos.
Los forrajes verdes (15-18% MS) pueden constituir la totalidad de la ración de pastoreo de un caballo, mientras que los forrajes conservados (heno y ensilado) se complementan más frecuentemente con piensos concentrados.
La hierba:
Entre los forrajes verdes, la hierba pastada es un importante recurso alimenticio para los caballos, que desempeñan un papel cada vez más importante en la ocupación y preservación de las zonas de pastizales. La naturaleza botánica de las plantas, su estado de desarrollo, las técnicas y condiciones de cosecha, la riqueza del suelo y el clima contribuyen a producir grandes variaciones en la ingestibilidad, digestibilidad y composición de la hierba.
El heno:
El valor nutritivo del forraje verde es siempre superior al del heno. Este valor disminuye cuando las condiciones de henificación son desfavorables. El heno puede cosecharse en el suelo o ventilado en un establo.
El ensilado :
El ensilado es una solución de conservación del forraje. Si el forraje verde finamente picado se almacena en un silo en condiciones estrictamente anaeróbicas, se transforma en ensilado. Esto puede hacerse con todos los tipos de forraje, aunque algunas especies vegetales (como la alfalfa) son más difíciles de ensilar. Para ser considerado de buena calidad, el ensilado debe tener un contenido mínimo de materia seca del 30%.